Capítulo 4

Narración de historias

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¿Qué es?

La narración de historias es la forma de comunicación más antigua de los seres humanos. 

Mucho antes de las historias de Instagram, la gente se reunía para contar y escuchar historias: alrededor de la mesa, alrededor del fuego, en un teatro, en un cine, por teléfono. 

A través de las historias de los demás, podemos escuchar algo que habla sobre nosotros y del mundo que nos rodea. Es una forma de dar sentido a lo que ocurre a nivel micro y macro. Cuando hablas con alguien sobre tu día, o le cuentas a alguien una experiencia que has tenido, estás contando esa historia. Estás poniendo esa experiencia en un marco que ayuda a tu oyente a entender, empatizar e interpretar.

Al fin y al cabo, somos las historias que contamos.

La narración de historias apela al núcleo de lo que somos. Por lo tanto, es una táctica que puede motivar realmente a la gente a pasar a la acción. Una historia puede servir para dar ejemplo o para que otras personas te sigan en el viaje que hiciste para darte cuenta de que hay temas que te preocupan y cuestiones que quieres cambiar. 

¿Cómo se hace eso?

Hay infinitas formas de contar una historia.

Puedes contar historias a través de un vídeo, un post, una exposición, una actuación, una conversación o un meme. 

Hay que tener en cuenta dos cosas a la hora de contar una historia:

  1. ¿De qué trata tu historia? Piensa en quién es tu protagonista, qué secuencia de acontecimientos siguió, cómo superó los obstáculos y cómo su historia se resultó en una nueva situación, ya sea buena o mala
  2. ¿A quién le cuentas tu historia? Asegúrate de que tu audiencia se identifique con lo que estás contando: tienen que identificarse con tu personaje y responder emocionalmente a la historia que tienes que contar. 

¿Por qué y cuándo hay que utilizarlo?

¡Siempre! 

Contar una historia es la forma más eficaz de transmitir el mensaje de tu campaña. 

Contar una historia es la forma más rápida y mejor de hacer que la gente entienda lo que le estás contando y por qué tu campaña es importante. 

Sin embargo, las historias no pueden funcionar por sí solas. Una vez que hayas conseguido que la gente se emocione con tu historia, asegúrate de tener estadísticas y datos para convencer a la gente de que tu solución al problema funciona. También puedes mostrar ejemplos de cómo otras campañas han llevado a cabo acciones similares con buenos resultados. 

Si se combinan los datos con las historias, se obtiene un poderoso argumento para la campaña. 

Funciona mejor en combinación con:

Todo. Es la base del compromiso con la gente, así que, ¡haz bien tu historia!

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